Inma López recibe el Premio Blanco-Amor de Novela Larga organizado este año por el Ayuntamiento de Lugo

# Lunes, 16/06/2008

Con apenas treinta años de edad, Inma López Silva,  recibió de manos del Alcalde de Lugo, José López Orozco, uno de los premios más prestigiosos de la literatura gallega: el Blanco-Amor, que en esta edición organizó el Ayuntamiento de Lugo.

Es un galardón literario dotado con 12.000 euros que premia una novela inédita escrita en lengua gallega. Está patrocinado por unos 75 ayuntamientos gallegos, ejerciendo cada año "por sorteo" uno de los ayuntamientos en calidad de organizador. En el acto estuvieron presentes a Concejal de Cultura y Turismo, Concepción Burgo, y algunos de los miembros del jurado que seleccionaron la novela premiada.

Memoria de ciudades sin luz y su autora
Bajo el título de Memoria de ciudades sin luz que publicará Galaxia, la escritora compostelana recoge la historia de la vida de una persona que marcha exiliada a París. La novela está ambientada en la Guerra Civil, un tema que ya trató en Nieve en abril, su debut literario con el que obtuvo el Premio Rúa Nueva.

Inma López Silva nació en Santiago en 1978, y tenía apenas 18 años cuando irrumpió con fuerza en el sistema literario gallego con la novela, Nieve en abril. Sus siguientes obras narrativas la consagraron delante del público y de la crítica como uno de los nombres más importantes de la literatura gallega noticia. Obtuvo, en rápida sucesión, un montón de premios más, entre los cuáles se cuentan el muy prestigioso de narraciones breves Modesto Rodríguez Figueirido, el Manuel Lueiro Rei y el Generales de Novela. Fue también finalista, en el año 2006, del Premio de Novela por Entregas La Voz de Galicia.

Las publicaciones se sucedieron también a fuerte ritmo; dejando a parte los relatos incluidos en antologías y volúmenes colectivos, su bibliografía de creación continuó con Rosas, cuervos y canciones (2000), Concubinas (2002), Nieve en abril (nueva edición en 2004) No quiero ser Doris Day (2006), New York, New York (2007). La novela premiada con el Blanco-Amor, Memoria de ciudades sin luz, está en el prelo y saldrá a las librerías probablemente después del verano.

Pero Inma López Silva no es sólo una escritora de creación. Doctora en Filología, especialista en teatro y profesora de la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia, es miembro de los consejos de redacción del Anuario Gallego de Estudios Teatrales y de la Revista Gallega de Teatro, colaboradora habitual de Grial, Tiempos Nuevos, Primer Acto, y columnista de La Voz de Galicia. Dejando aparte sus innumerables artículos y ensayos en estas y en otras publicaciones, ha publicado dos libros importantes para la historia del teatro gallego, uno sobre las muestras y el concurso de teatro de Ribadavia y otro sobre la crítica teatral en la prensa gallega.

Inma López Silva, ahora también Premio Blanco-Amor de Novela Larga, es una de las pruebas más evidentes y brillantes de que la literatura gallega de nuestro tiempo dejó de ser "masculina".

El Premio Blanco Amor
El Premio Blanco-Amor de novela larga fue creado en 1981 en homenaje a Eduardo Blanco Amor, por iniciativa del Ayuntamiento de Redondela. En su edición del año 2007 es convocado y organizado por el Ayuntamiento de Lugo.

 Ganadores de todas las ediciones:

         2007: Inma López Silva, Memoria de ciudades sin luz
         2006: Xesús Rábade Paredes, Mientras la hierba crecimiento
         2005: Francisco Castro, Spam
         2004: Dolores Ruiz Gestoso, Dentro de la isla
         2003: Séchu Sende, Origen
         2002: Xosé Monteagudo, Las voces de la noticia
         2001: Xosé Antón Perozo, Martázul
         2000: Xosé Carlos Caneiro, Ébora
         1999: Xosé Cid Cabido, Grupo Abeliano
         1998: Xavier Alcalá, Al otro lado de la desventura
         1997: Suso de Toro, Calzados Lola
         1996: Xavier Lorenzo Tomé, El pájaro que canta un nombre
         1995: No se convocó
         1994: Xosé Cid Cabido, Panificadora
         1993: Úrsula Heinze, Culpable de asesinato
         1992: Ramón Caride Ogando, Sueños eléctricos
         1991: Fran Alonso, Tráiler
         1990: Valentín Carrera, RíoSil
         1989: Román Rasca, El crimen de la calle de la moneda vieja
         1988: Miguel Suárez Abel, Turbo
         1987: Isaac Otero, La sonrisa de Gardel
         1986: Lois Diéguez, La canción del vagamundo
         1985: Xoán Manuel Casado, El invierno del lobo
         1984: Alfredo Conde, Ya va el Griffon en el viento
         1983: Xosé Manuel Martínez Hueca, Beiramar
         1982: Víctor Fernández Freixanes, El triángulo inscrito en la circunferencia
         1981: Daniel Cortezón, La villa sulagada

El Premio Blanco-Amor tuvo una influencia importantísima en el desarrollo de la narrativa gallega última, y del sistema literario gallego en general. A principios de los años 80 la literatura gallega contaba ya con novelas de extraordinaria calidad, entre las cuales estaban las de grandes clásicos como Otero Pedrayo, Castelao, Álvaro Cunqueiro o Eduardo Blanco-Amor. No obstante, y debido sobre todo a la difícil historia de la literatura en nuestra lengua, el corpus de la novela gallega de larga extensión se percibía como relativamente escaso aún, con una tendencia tal vez excesiva a la brevedad en la escrita, impuesta en las etapas anteriores por una escasa potencia de las empresas editoriales gallegas.

La importante dotación y repercusión social del Premio Blanco-Amor animó la escrita de gran número de novelas de extensión "estándar"; un número, naturalmente, mucho más grande del que resultó premiado: hay que tener en cuenta que en la última edición se presentaron casi treinta novelas con un alto nivel medio en opinión del jurado.

La primera novela que conquistó el galardón fue La villa sulagada, de Daniel Cortezón, que tuvo un éxito discreto. Pero la segunda, en el año 1982, resultó ser El triángulo inscrito en la circunferencia, de Víctor Fernández Freixanes, una novela extensísima: nunca antes se había escrito otra tan larga en gallego, y aun hoy no debió ser superada. Pero además, era una obra impresionante, un extraordinario fresco histórico-fantástico de las grandes villas del mar gallegas que recibió las más entusiásticas críticas y tuvo también un gran éxito comercial. El Premio Blanco-Amor daba sus frutos.

En los años posteriores, el premio se consolidó con obras excelentes, como Beiramar de Xosé Manuel Martínez Hueca o Ya va el grifón en el viento de Alfredo Conde. Actualmente van 27 obras premiadas, de autores unas veces ya consagrados como Xosé Cid Cabido, Suso de Toro, Úrsula Heinze, Xavier Alcalá, Xesús Rábade Paredes..., y otras de autores nuevos que de pronto se hicieron presentes.

El Ayuntamiento de Burela organizará la próxima edición del Premio Blanco-Amor de Novela Larga

 

Quedaron como suplentes los ayuntamientos de Ramirás y Monterroso

Se decidió en un sorteo después de la entrega de premio a la actual ganadora: Inma López.

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