El pregón de Sara Alejandra García Suárez de la comienzo al Carnaval del 2010

# Viernes, 12/02/2010
La lucense Sara Alejandra García Suárez leyó hoy en la Casa del Ayuntamiento el pregón que de la comienzo a las fiestas del Carnaval 2010.

El programa continuará hasta el próximo miércoles 17 de febrero en el que tendrá lugar el Entierro de la Sardina. Hasta entonces serán muchas las actividades previstas: concursos de disfraces para niños y adultos, feria de productos típicos del carnaval, actuaciones de charangas, fiestas de disfraces, bailes en los centros de convivencia del Ayuntamiento, y mucha animación de calle con la música de las charangas.

Pregón de Sara Alejandra García Suárez:
“Hola y buenas noches queridos lucenses. Muchísimas gracias por estar hoy aquí acompañándome y dándome vuestro apoyo y vuestro calor, que como el tiempo va bastante frío os agradezco especialmente.

Todos los pregones suelen comenzar con un agradecimiento y yo no iba a ser menos pero voy a ignorar el protocolo y el primero que quiero pedir es perdón por mi gallego, puesto que yo no soy gallego parlante porque nunca lo estudié, porque a mi edad no se enseñaba en la escuela, y en mi casa no se hablaba porque mi madre es asturiana. Así y todo, me gusta leerlo y me encanta oírlo, pero yo soy francamente mala para aprender idiomas, y más a mi edad.

Dicho esto, y ya enlazo con los agradecimientos, van mis primeras palabras para la Concejalía de Cultura y Turismo, y para su titular, doña Mª Concepción Burgo, y un besito a todos los trabajadores de esa Concejalía, pero en especial a Chelo, una persona muy cariñosa conmigo. Gracias Chelo.

Obviamente también tengo que dar las gracias al excelentísimo Ayuntamiento de Lugo en la persona, hoy, de su alcaldesa accidental doña Carmen Basadre Vázquez.

Ya sé que son muy pesada con los agradecimientos, pero yo no puedo menos que agradecer que se habían fijado en mí para ser la Pregonera de las fiestas del Carnaval 2010 habiendo tantísimas personas notorias e importantes en esta ciudad, y aun más, coincidiendo con el décimo aniversario de la declaración de nuestra muralla como Patrimonio de la Humanidad. Por cierto, mi hija pequeña, que en ese momento tenía cuatro años, al llegar a la casa me dijo:
-”¡Mamá, Papá!, en él colegio me dijeron que la Muralla era ¡MATRIMONIO DE LANA HUMANIDAD!”

Para más honor como pregonera, si no lo sabéis os lo digo, que aún siendo lucense de adopción, eso sí, hace más de veinte años, siempre me sentí muy querida en esta ciudad recorriendo sus calles en este maravilloso marco histórico con los disfraces que son el resultado de muchísimas noches en verla de mi madre que es la que merecería hoy estar aquí por ser la autora de todo, incluyendo mi nacimiento. Mi madre se llama Saribel. Gracias mamá.

Para ella, hacer disfraces es una diversión, como para mí hacer crucigramas o punto de cruz. Pero yo, con estas cualidades no puedo concursar en el Carnaval. Por eso, somos un equipo: ella piensa y trabaja y yo luzco su obra.

Ustedes no saben, ni tienen por que saber que estoy un poquito nerviosa, pues es la primera vez que hablo...¡En público quiero decir, ya que hablar, hablo de más! Esto me provoca una sensación que no sé explicar.

Me llamaron del Ayuntamiento para proponerme ser la pregonera del Carnaval de este año, y esto casi me provoca un amago de desmayo por representar a esta importante ciudad como es Lugo en el mundo.

Ahora voy a contar “brevemente” [ ¡Jajaja! ], mis comienzos disfrazándome.
Aun no tenía los dientes de leche cuando me disfrazaron por primera vez. Como es normal, de eso sólo me acuerdo por fotografías. Pero sí recuerdo, una vez que crecí, ir a todos los Carnavales de mi colegio, e ir al baile infantil de mi pueblo que, si no lo dije antes, se llama Ribadeo.

Nombro a mi pueblo, porque fue allí donde nació mi amor por estas fiestas disfrazándome con mis hermanas, y más tarde con mi marido, mis hijas, primos y sobrinos. Este disfraz que llevo hoy, sé que no representa el espíritu gallego del Carnaval, mas se representa en el mundo, pues pienso que las máscaras son el símbolo por antonomasia del Carnaval, y que por unos momentos podamos olvidar las desgracias y vivir un poco la alegría. Yo lo llevo con muchísimo orgullo.

Y os voy a contar una cosa que me dejó atónita, ¡Lo que son las cosas de la vida!, quizás a vosotros no os importe mucho, pero a mí sí, ¡qué soy la que estoy hablando! Curiosamente, yo me casé con el nieto del que la finales de los años cuarenta era el delegado de trabajo en Lugo y logró que el Martes del Carnaval fuerafestivo, a partir de las 3 de la tarde. Era un caso excepcional en toda España, donde el Martes de Carnaval era día laborable. Aun hoy, el Martes de Carnaval no es festivo en muchos lugares de nuestra tierra, cosa que a los lucenses nos sorprende muchísimo. Mi abuelo político se llamaba D. Joaquín Perejón Pardo.

Os voy a contar otra anécdota familiar:
en mi pueblo no se celebra el Entierro de la Sardina el miércoles de ceniza, sino el sábado siguiente al Martes de Carnaval, y se llama Sábado de Viudas, y justamente los dos años que no me disfracé fue cuando nacieron mis hijas, las dos, el Sábado de Viudas. Y con esto quiero decir que el Carnaval forma parte de mi vida. Quiero añadir que ese primer Sábado de Viudas me puse de parto de mi primera hija. Ese sábado era el primer congreso de Tunas Nacional y mi marido, que participaba en él, tuvo que salir del escenario (pues se celebraba en el Círculo de las Artes) escopetado, vestido de Tuno para acompañarme al hospital.

Nunca olvidaré ese momento, pues mi hija fue la primera niña rondada por la Tuna.

Recuerdo una cosa muy graciosa de mi hermana más pequeña: ella tenía unos 5 ó 6 años y nuestra madre la disfrazó de “gallina Marcelina” y sus amigas iban de princesas, doñas antiguas, hadas y reinas. Ella iba llorando como una magdalena, eso sí, ¡rellena de plumas! aunque había ganado el primer premio, que era una bolsa gigante de golosinas. Hoy, aun lo recuerda, pero ¡Llorando de risa!.

También recuerdo unos de los disfraces que le hizo mamá nuevamente mi hermana: era “Escarlata O'Hara”, es decir “¡Sinceramente querida, me importa un bledo!”. Ella, en la película, arregla una cortina para hacer un traje. Y mi madre, como no encontraba la tela y el color perfecto para hacerlo, arregló las faldas de una mesa camilla. Lógicamente hubo que comprar otras faldas para la dicha mesa.

Siendo yo pequeña, mi madre me hizo un traje que en aquel momento yo no entendía. Se llamaba según ella, “Cholita”, traje regional de los indios peruanos. Cabe decir que es característico de las mujeres llevar a sus niños al lomo, entonces yo iba con mi falda, las trenzas con los lazos de colores, la gorra... pero hubo algo que me enfadó mucho:
Mi madre pintó de marrón a uno de mis muñecos preferidos para atarlo a mi espalda. Y ya nunca lo recuperé, puesto que luego, mis hijas llevaron el mismo traje con mi muñeco.

Otra anécdota, y ya acabo con ellas, fue cuando hizo el disfraz de Reina de los Mares, que llevaba centollos, cangrejos, percebes ...y para hacerlo, mi madre y mi hermana, las “pobres” tuvieron que comer casi un mes entero todos esos mariscos para poder ponerlos luego en el traje. Por cierto, las nécoras en mi pueblo, que es Ribadeo, se llaman “andaricas”. Nunca vi que un disfraz se disfrutara más haciéndolo que ganando, aunque fuera el primer premio.

Quiero darle un beso a mi marido, que me soporta estoicamente todos los años en estas fiestas (y no solo en ellas), aguantando almuerzos fríos y transportando disfraces y disfrazadas. “Te quiero Jose”.

Finalizo recordando a mi padre, aguantando todos los Carnavales en mi casa con mucha paciencia pues aquella no era una casa sino un caos. Durante las semanas previas al Carnaval no se soportaba el orden ni los horarios habituales. Todo quedaba supeditado a las fiestas carnavaleras. En aquel momento mi padre se convertía en el Santo Job ( Santo de la paciencia).”Te quiero papá”.

Muchísimas gracias a todos vosotros por asistir, y por hacerme sentir muy querida.
Buenas noches y feliz Carnaval 2010.


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