24/03/2017
Muchos de nosotros pasamos mucho tiempo conectados a internet, metidos en redes sociales, intercambiando mensajes con amigos, viendo televisión o consultando información sobre los estudios o el trabajo. Pero, ¿qué pasa si un buen día pasas a ser el blanco de abusos?
El movimiento contra el discurso del odio es una campaña para animar a los jóvenes a defender los derechos humanos y luchar contra el discurso del odio en internet (por ejemplo racismo, homofobia, sexismo y otros tipos de ciberacoso).
Lo ha creado el Consejo de Europa con la idea de utilizar la propia web para luchar contra el abuso, y su propósito es sensibilizar a los jóvenes sobre el discurso del odio, enseñarles a reconocer los casos en que se violan los derechos humanos y ayudarles a defender sus propios derechos humanos y los de los demás.
Un informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE indica que los grupos minoritarios (incluidos la comunidad gitana, los LGTBI y los inmigrantes) son los objetivos más frecuentes de todos los tipos de delitos de odio, entre ellos el abuso en internet. Quienes abusan se aprovechan del aparente anonimato de la comunicación en la red.
¿Cómo puedes ayudar?
Hay cinco cosas que puedes hacer en apoyo del movimiento contra el discurso del odio:
Cargar mensajes, imágenes, vídeos y otras cosas que hayas creado contra el discurso del odio.
¿Has sido testigo o víctima de abusos en internet? Informa y envía el enlace al Observatorio del Discurso del Odio, plataforma creada para cartografiar el discurso del odio en internet.
Lee el blog de la campaña No al odio. Te informarán de los próximos actos y de la manera en que puedes participar. También puedes seguirlo en Facebook o Twitter.
Firma la petición para crear un Día Europeo de las Víctimas de Delitos de Odio el 22 de julio.
Organiza un acto en apoyo del Día Europeo de las Víctimas de Delitos de Odio, el 22 de julio de 2016, en un instituto, grupo juvenil o lugar público, para sensibilizar sobre los delitos de odio cometidos en tu comunidad o país.
