Seminario sobre la reforma del Sistema Europeo Común de Asilo
03/07/2017
La eurodiputada Cecilia Wikström (Suecia – ALDE) presentó el 16 de noviembre 2016 en la Oficina del Parlamento Europeo en España el proyecto de reforma del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA), así como el Reglamento Dublín IV, que determina a qué Estado miembro corresponde cada proceso de asilo. La propuesta, anunciada en mayo por la Comisión Europea, deberá ser debatida y votada en primera lectura por el Parlamento Europeo en los próximos meses.
Wikström manifestó durante su encuentro en España que Europa, la región más rica del mundo, tiene margen de maniobra para solventar la crisis: “Si no podemos lidiar con un flujo de refugiados que representa el 0,2% de la población europea como se las manejan en los países en vías de desarrollo, que acogen el 85% de los refugiados del mundo?” En este sentido, ha criticado que “22 o 23 países de la Unión se han lavado las manos” a la hora de participar en proyectos de acogida de refugiados.
La eurodiputada sueca ha enfatizado el carácter vinculante y unitario de esta reforma para evitar que cada Estado miembro desarrolle una política de asilo independiente. A pesar de ello, para Wikström el mecanismo de redistribución automático que la propuesta de la Comisión ha ideado para evitar que todo el peso de los refugiados recaiga en los Estados fronterizos es insuficiente. A su parecer el techo que se ha fijado en un 150% de la capacidad de cada país (un cálculo entre PIB y población) para disparar el mecanismo es insuficiente y tardío y considera que debería activarse cuando el país llega al 75% de su capacidad.
Así, Wikström ha lamentado el fracaso el mecanismo de emergencia para realojar a 160.000 solicitantes de asilo de Grecia e Italia al resto de países de la UE ya que más de un año después solo se ha completado el 3,5% del objetivo. “Es extraño que hayamos desarrollado una unión monetaria y que estemos en camino de una unión energética pero que no hayamos encontrado la energía para una unión humanitaria”.
La eurodiputada manifestó la necesidad de tomar la iniciativa ante los auges de los movimientos “nacionalistas, xenófobos y racistas” y por ello celebra la propuesta de la Comisión a pesar de ser “insuficiente”, desde el punto de vista del
Parlamento Europeo.
Wikström también criticó el pacto con Turquía por haberse fraguado con “cero escrutinio democrático” y “esquivando por completo al Parlamento Europeo”.
A la representante en la Eurocámara le acompañaron como ponentes el analista político de la Comisión Europea Juan Luis Ballesteros, la subsecretaria general de asilo del Ministerio del Interior, Cristina Sosa, así como Oriol Canals, representando a la ONG de salvamento marítimo ProActiva Open Arms y la defensora del pueblo, Soledad Becerril.
Por parte de la Comisión Europea, Ballesteros fijó los cinco objetivos de la reforma. Primero, crear un sistema equitativo y sostenible. En segundo lugar, conseguir convergencia entre las instituciones europeas y los Estados. Tercero, evitar los movimientos secundarios. Cuarto, reforzar el carácter y el mandato de la agencia de asilo europea. Y quinto, consolidar el sistema de almacenamiento de huellas dactilares, Eurodac.
Entre los asistentes figuraron docenas de organizaciones que colaboran con refugiados y migrantes: UNICEF, Pueblos Unidos, ACNUR, ACCEM, CEAR, Amnistía Internacional, Diaconia etc. así como diplomáticos de las distintas embajadas o diputados, senadores y concejales españoles. Además, participaron en el encuentro los diez refugiados de Síria, Iraq, Afganistán y Ucrania que conforman el proyecto Integra de la Universidad Camilo José Cela.
El foro estuvo acompañado de una exposición fotográfica del fotoperiodista Olmo Calvo, que retrató el camino de los refugiados desde las islas griegas siguiendo con la ruta de los Balcanes.
Por su parte, Oriol Canals ha aportado su experiencia y la de ProActiva Open Arms –Premio Ciudadano Europeo 2016- salvando vidas en las orillas de las islas griegas. En su discurso, Canals criticó el papel de una UE que no es capaz de dar apoyo a instituciones locales ni a organizaciones que disponen de voluntad y recursos para ayudar en la crisis.
Cristina Sosa, representando al Ministerio del Interior, se mostró favorable a una reforma que pretende atajar el problema a escala europea pero pidió que se tenga en cuenta la situación particular de cada país. Por otro lado, la defensora del pueblo, Soledad Becerril, exigió que se revise el sistema de protección de solicitantes de asilo en España y la implementación de un centro gestionado por el Estado que tramite los procesos de asilo.
Los participantes entre el público de la sociedad civil manifestaron su preocupación por la falta de apoyo de las instituciones europeas en los campos de refugiados en Grecia, la falta de la figura de la protección jurídica, de los procesos de traslado que conciernen a los niños, el auge de la xenofobia y los populismos, las transgresiones de los Estados miembros que no cumplen directivas europeas, los excesivos tiempos de espera para culminar un proceso de asilo o el derecho al acceso a la educación superior por parte de los refugiados.
CONCLUSIONES
Automatismo. La principal novedad de la reforma en la propuesta de la Comisión Europea es la puesta en marcha de un mecanismo compensatorio vinculante y automático de solidaridad cuando un Estado miembro supere el 150% de su capacidad de acogida, teniendo en cuenta su peso en población y en PIB. La ponente del Parlamento Europeo, Cecilia Wikström, pretende reducir este porcentaje al 75%.
Reparto desigual. Existen hoy más de 60 millones de refugiados en el mundo. De ellos, entre 1 y 1,5 millones consiguieron llegar a las costas de Europa. Son sólo un 0,2% de nuestra población, frente a países como Líbano donde suponen un 40%. Dentro de la UE, mientras Suecia acogió a 173.000 refugiados el año pasado, convirtiéndose en el primer país europeo en relación con su población, Croacia recibió a tan solo 25 o Lituania a 35. A España sólo han llegado aproximadamente 700 refugiados a los que hay que añadir los reubicados de Libia y Turquía.
Igualdad de trato. En Europa, hay que aunar criterios sobre protección social, gasto público y también sobre consideraciones como qué entendemos por país tercero seguro. En foros mundiales, deberá abordarse también el fenómeno de la inmigración económica irregular de manera más coherente.
Menores. Hay que proteger los derechos del menor y en particular los del menor no acompañado, así como potenciar los procesos de reunificación familiar y atender a la perspectiva de género. España ya acoge a menores no acompañados.
Agilidad. Sobre el terreno, nos confirman las ONG presentes hoy, Europa es lenta y muestra poca agilidad. En estos momentos un procedimiento de asilo puede durar hasta 2 o 3 años.
¿Crisis u oportunidad? En estos momentos hay 4 contribuyentes por cada europeo jubilado, y en 25 o 30 años podría haber sólo 2. Los refugiados podrían mitigar esa amenaza demográfica que se le presenta a la UE, evitando el envejecimiento de la población y el abandono rural.
La retórica importa. No debería hablarse de reparto de carga sino de “reparto justo de responsabilidades” y no debería hablarse de “crisis” sino de una “situación” o incluso de una “oportunidad” de acuerdo con criterios demográficos.
Ya no estamos ante un fenómeno intenso pero acotado en el tiempo. La acogida de refugiados y de solicitantes es una nueva normalidad a la que debemos acostumbrarnos. Europa debe poder llegar a una “unión humanitaria” si ha sido capaz de crear otras uniones como la energética o la monetaria.
Solidaridad. El hecho de que miles de personas han donado fondos a una ONG como ProActiva Open Arms demuestre la solidaridad de la población europea que quiere una solución para estos refugiados y solicitantes de asilo. Es un mensaje de la sociedad civil más silencioso que los discursos xenófobos pero tan importante para tenerlo en cuenta. Debemos llevar la iniciativa y no ir a remolque de los discursos populistas.
Populismos. Los populistas utilizan la cuestión de los refugiados en sus discursos xenófobos, lo hemos visto durante la campaña del Brexit. Pero resulta vital mantener Schengen, que es uno de los pilares de la UE. En estos momentos hay 5 países que han vuelto a aplicar controles en sus fronteras. Dublín IV aspira a corregir esto.
La guerra. El fenómeno de la inmigración y el de las solicitudes de asilo no se detendrán. No se puede frenar la llegada de refugiados mientras no se detengan las guerras existentes en nuestra vecindad, hecho que deberemos tener muy en cuenta e integrarlo con mayor coherencia en nuestra política exterior. Existe una obligación humana de acoger a personas necesitadas.
